Antes que nada quiero recordaros lo que dice el Artículo 155 del Código Civil al respecto: “los hijos tienen el deber de obedecer y respetar a sus padres así como contribuir con las cargas familiares”

Los padres tienen la autoridad moral y legal sobre los hijos. Para llevarla a cabo es necesario controlar y saber decir que NO.

1-Acortar el confort y hacerles la vida amorosamente incómoda para que tengan necesidad de buscar algo fuera del ámbito familiar.

2-Soportar los enojos y enfados de los hijos sin temor.

3-No negociar ciertos límites que se han impuesto previamente. La solución será más fácil cuánto antes se tomen medidas.

4- Cortar privilegios, no cubrir sus gastos, ni ropa, ni antojos, ni propina ni nada sino estudian ni trabajan ni tienen intención de hacerlo porque no buscan trabajo.

5- Mientras puedan seguir con su vida normal y se les dé todo hecho en casa no se pondrán en serio a hacer nada.

En la adolescencia se quedan estancados como en un embudo. Están atrapados y necesitan orientación y herramientas para ayudarles a salir de ese lugar.

6- Concienciar a los padres de que no son jóvenes que lo pasan bien “fantástico a expensas de ellos”, sino que son grandotes asustados por la posibilidad de entrar en el mundo adulto.

Estos jóvenes no lo pasan bien aunque disimulen, sus familia y ellos mismos necesitan ayuda especializada.

7-Lo saludable es salir cada vez más del ámbito familiar y no quedarse instalado en él facilitando su autonomía e independencia.

Independientemente de la edad cualquier conducta se puede reconducir, consúltanos en www.remontapedagogia.es, estaremos encantados de ayudarte.