Los niños con TDAH tienen dificultad para enfocarse, son impulsivos y en algunos casos hiperactivos. Sin embargo, cuando se habla sobre los síntomas que presentan hay uno que no suele mencionarse: dificultad para controlar sus emociones.
Sus emociones no son diferentes a las de otros niños, sienten tristeza, enfado, decepción y preocupaciones como cualquier otra persona. Lo que es diferente en muchos chicos con TDAH es que esos sentimientos parecen ser más frecuentes e intensos. También duran más tiempo y son un obstáculo en su vida diaria.
¿Cómo puedo darme cuenta como padre – madre que mi hijo tiene estas dificultades?
Tener dificultad para controlar las emociones puede manifestarse de diferentes maneras. Algunos niños tienen dificultad para controlarse cuando están enfadados o estresados por algo. Otros podrían tener dificultad para animarse a hacer algo cuando están aburridos.
Los niños con TDAH, más que la mayoría de los chicos de su edad, pueden:
- Reaccionar de forma desproporcionada con lo que está ocurriendo, de forma intensa y muy rápida.
- Frustrarse rápidamente por pequeños inconvenientes. Todo el día se lo pueden pasar quejándose de lo injusto que es algo que les ha pasado.
- Preocuparse demasiado o durante mucho tiempo por cosas sin importancia
- Tener dificultad para calmarse cuando están molestos o enfadados
- Sentirse dolidos, ofendidos por la más leve crítica
- Tener mucha urgencia por obtener inmediatamente algo que desean
Por qué los niños con TDAH tienen dificultad con las emociones
El temperamento básico que tienen las personas al nacer afecta la manera en que se comportan desde la infancia.
Mientras que con el temperamento nacemos y es la base de lo que seremos en la vida, el carácter resulta del trabajo de moldear ese primer rasgo inicial. Así, el carácter es modificable, educable, adquirido y se puede modelar y controlar en sus diversas manifestaciones externas. Aquí es donde podemos trabajar con ellos y ayudarles.
Cuando los padres ven conductas como las citadas anteriormente hay que recurrir a un profesional para que ayude al niño y a la familia. En Remonta Pedagogía queremos y podemos ayudarte.
La unión del temperamento y el carácter determina el modo de actuar, definido como la personalidad, que es el modo de poner en práctica la forma de ser.
Al igual que cualquier niño, los que tienen TDAH tienen diferentes temperamentos. Algunos son más relajados o tímidos. Otros reaccionan más bruscamente, son más francos y hasta agresivos.
No obstante, ellos no tienen la misma capacidad para controlar sus emociones que otros chicos de su edad. Su capacidad de razonamiento al reaccionar a sus emociones es menor.
Los niños con TDAH por lo general tienen problemas con la memoria funcional. Esta memoria es la que se encarga de retener nueva información para intercambiarla o utilizarla de alguna manera. Nos permite retener información sin perder de vista lo que estamos haciendo.
Eso les dificulta mucho tener presente la idea general y tienden a quedarse atascados en lo que están sintiendo en ese momento.
Conforme crecen, la mayoría de los niños que no tienen TDAH aprenden a controlar sus emociones y no se quedan atrapados en ellas. Si empiezan a sentirse muy enfadados u ofendidos, aprenden a decirse: “Tranquilo, cálmate, esto no tiene mayor importancia”. Si se desaniman demasiado al intentar hacer algo, pueden decirse: “Bueno, esto parece que no va a funcionar. Lo intentaré de nuevo o trataré de encontrar una mejor manera de hacerlo”.
Los niños con TDAH son más lentos para desarrollar esas destrezas. Tardan más tiempo en adquirir la capacidad de tranquilizarse y poner las cosas en perspectiva, y por ello es más probable que se queden inmersos en sus emociones.
Como resultado pueden:
- Tener relaciones caóticas con los demás con reacciones de ira desproporcionadas.
- Sentirse abrumados por el desánimo, la frustración o el enfado. Presentan trastornos del estado de ánimo, depresión….
- Darse por vencidos demasiado rápido en cualquier cosa que estén haciendo pues anticipan el fracaso.
- Ser reacios a iniciar algo que deberían estar haciendo
- Evitar interactuar con otros, ya que se sienten rechazados socialmente.
En otras palabras, la emoción del momento toma control de sus pensamientos
Cómo puede ayudar a su hijo a controlar sus emociones
Cuando los niños tienen problemas para lidiar con sus sentimientos, podría parecer como si no hubiera forma de comunicarse con ellos o de interrumpir las conductas negativas. Sin embargo, hay cosas que usted puede hacer para ayudarlos a controlar sus emociones.
Empiece por reconocer cómo cree que se están sintiendo. “Puedo ver lo desilusionado que estás porque no te han invitado al cumpleaños”. Hay que evitar hacer comentarios sobre si deberían sentirse de esa manera, ya que eso normalmente empeora la situación.
Una vez que se hayan tranquilizado, ofrecerles ayuda para descubrir una manera mejor de manejar esa emoción: una que podría ayudarlos es modificar su manera de pensar. Por ejemplo, podría decir:
“Sé que estás enfadado y solo quieres dejar de ser su amigo. Pero yo me siento orgulloso de lo que hiciste”.
“Sé que te esforzaste mucho en ayudarle con……. Aunque te sientas desilusionado porque no te ha invitado a su cumpleaños, sigues teniendo buenas razones para sentirte orgulloso de lo que hiciste”.
Si tu hijo con frecuencia tiene dificultad para controlar sus emociones en Remonta Pedagogía os estamos esperando para acompañaros en todo aquello que necesitéis. Ponerse en manos de especialistas cuanto antes es el primer paso.
Y…… lo hacemos con el cariño de una gran familia,como si de nuestro hijo se tratara.
M.Carmen Bouzas
Pedagoga Clínica y Orientadora Escolar
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